Para hacer marketing no tienes porque ser una gran marca, tener una facturación brutal o gastar enormes cantidades de dinero en forrar autobuses o vallas publicitarias, el marketing puede también ser a una escala muy reducida sin que se traduzca en un desequilibrio enorme en tus cuenta de resultados. Está claro que tiempo hay que dedicarle, pero cuando tienes un pequeño establecimiento o una pequeña empresa sabes que los horarios no existen. Todo lo que no hagas en tu “horario laboral” tendrás que llevártelo a casa o sacar fuerzas de flaqueza de allí donde puedas.
En el mercado tan exigente en el que vivimos y en el que “Juan Palomo” ha hecho tanto daño, los empresarios no tenemos más remedio que adaptarnos a las circunstancias y aprender de todo. Es complicado especializarse en algún ámbito cuando eres tú mismo el que debe preparar los desayunos a los clientes, supervisar las actividades, llevar la facturación y estar atento que todo salga perfecto. A esto debemos de sumarle las acciones de marketing y comercialización que nos asegure clientes futuros y que nos ayuden a retroalimentar el negocio y a seguir funcionando.
Me enfada mucho cuando desde las Pymes se lanza el mensaje de que nada se puede hacer, que solamente nos queda dejarnos llevar por el mercado y que ser tan pequeños solo proporciona desventajas. Hay que reconocer que en parte tienen razón, que es difícil sacar a flote una empresa con los recursos limitados, pero lo que también es verdad es que ese tamaño nos facilita un dinamismo, una capacidad de maniobra que un negocio con mayor estructura no puede asumir.
- No hay mejor marketing que el trato cercano y personalizado. En el sector turístico alojativo, en el que tenemos al cliente viviendo literalmente en casa, esto hay que aprovecharlo. Tener tu pequeño negocio y un número más pequeño de clientes te exige cuidar sus necesidades, solucionar cualquier posible problema que pueda surgir y potenciar esa relación que terminará fidelizando o atrayendo clientes recomendados por estos mismos clientes. Recomendar lugares que visitar, la comida típica que deben degustar o presentándoles puntualmente a aquellos personajes del lugar que hacen que la experiencia sea auténtica, son algunos de esos detalles que debemos de cuidar.
- El email es básico para mantener el contacto. Trabajar el email puntualmente, con un email al mes, a través de una cuenta de envío masivo que pueden ser gratuita (dependiendo del número de envíos o de clientes de la bbdd) debe de ser una obligación que debemos marcarnos en el calendario. El email no debe ser puramente comercial, apuesto más bien por que seáis naturales, preguntéis por la salud, la familia, que enviéis alguna receta, alguna novedad de la empresa…, hay que transmitir naturalidad y frescura, algo que echo muy en falta en las acciones de muchas empresas turísticas.
- Redes sociales con una actualización constante de contenido. Si se pueden mantener y se pueden publicar contenidos puntualmente mucho mejor. Si a esta publicación constante le añadimos algo de publicidad en plan “1€ diario a un segmento interesante” pues nuestros resultados en cuanto a visibilidad subirán y nos podrán ver más potenciales clientes.
- Una web dinámica y actualizada transmite confianza. Como técnico en este área recomiendo tener una web actual, sencilla y que transmita cercanía con el cliente. (Sé que soy muy pesado con este tema, pero la mejor forma de generar beneficio es generando confianza). Incluiría un blog con contenidos propios, empleando tu forma de expresarte, con tus chascarrillos y siendo uno mismo. No tenemos porque ser escritores profesionales, pero escribiendo artículos en relación a las necesidades que se detectan en el trato diario con el cliente te hará tener un contenido rico en tu web.
- Haz algo 1.0 y offline para que no todo sea virtual. Realizar un pequeño documento donde se exponga la información interesante sobre el entorno denota preocupación por el cliente. No necesitamos ser artistas, simplemente buscar la utilidad para que la mejora de la experiencia del cliente revierta en que vuelvan y lo cuente, ¡¡¡FIDELIZACIÓN!! :). En una casa rural que estuve en León (El Canto del Gallo) tenían hojas con dibujos hechos a mano sobre rutas en las inmediaciones.
- Utiliza prensa especializada de tus nichos y mercados emisores. Lanzar de vez en cuando alguna nota de prensa sobre tu segmento potencial dentro de un mercado al que seamos atractivos, puede ser una buena opción. También podemos trabajar colaboraciones con esos medios o otros en redes sociales, buscar grupos de determinados colectivos y lanzar ofertas específicas puede ser una acción a tener en cuenta.
- Gestionar las opiniones de los portales que nos permitan hacerlo. Tanto por cordialidad como por compromiso con el cliente, es importante que gestionemos las opiniones que nos dejan los clientes. De esta forma sin darnos cuenta estaremos entrando en una proceso de retroalimentación y aprendizaje de nosotros mismos que nos ayudará a mejorar.
Podemos seguir tirando de creatividad o de sentido común para pensar acciones, pero sobre todo te recomiendo que conozcas a tus clientes y hagas todo lo posible por que se vayan contentos, ya que esa será la semilla para que vuelvan o nos recomienden. Tanto la cercanía como una política de mejora continua tanto en instalaciones como en procesos hará que tu negocio tenga éxito. Si algo me enseño mi paso por La Marina Resort, es que un negocio es un organismo vivo que debe de cuidarse y renovarse continuamente para que todo fluya.
Ya sabéis donde estoy, cualquier opinión, duda o consejo podéis contar conmigo. 🙂