Los tiempos cambian y aunque no nos demos cuenta, desde hace nada a muchos de nosotros nos llaman una cosa super rara un término complicado «millenials» , una forma elegante de llamarnos frikis tecnológicos sin herir nuestra sensibilidad.
En este artículo de ABC se nos encasilla como:
Menores de 30 años, egocéntricos, muy listos y preparados académicamente que nacieron bajo el paraguas de la prosperidad económica.
Aunque se empeñen en llamarnos cosas raras, somos los mismos que nos lo pasábamos pipa viendo barrio sésamo, merendando con nuestro bocata de nocilla y no por ello estamos «artos de bollos», más bien lo contrario.Lo que si estoy convencido es que nos ha tocado vivir en una época complicada y que nos obliga a reinventarnos cada día. El propio sistema nos exige sacar lo mejor de nosotros mismos constantemente y tirar para adelante en un panorama en el que los de arriban confabulan y aprovechan su situación de poder, para hacer y deshacer en favor de un beneficio no muy cercano a la realidad de la calle.
Soy una persona neutral que se mueve por las sensaciones que le transmite su entorno, y me entristece ver a esta super generación JASP o JESP que se dedican a sobrevivir o a marcharse por la puerta de atrás.
La publicidad se hace eco de esta situación complicada y comunica desde un punto de vista horizontal. Esa carencia que antes comentábamos del sistema, al menos las marcas intentan paliarlo con sus acciones, nos hacen sentir importantes, baja a nuestras realidades y tratan de incidir sobre el sentido común y las sensaciones que estos entornos nos proporcionan.
Aquí una serie de campañas que me han llegado y que me apetecía compartir con todos vosotr@s, no voy a opinar nada al respecto, quiero que las veáis y podáis sacar vuestras propias conclusiones:
- Campaña Lloret Turismo.
- Campaña «Passión for Palma de Mallorca»:
- Campapa Ipad Air de Apple, bloguera de viajes.
- El Fin de Semana es Tuyo, con Casa Tarradellas.
Una vez dicho esto, abogo por apostar por la cercanía y por la transparencia, estamos cansados de que nos vendan la moto, de las modelos perfectas, las poses forzadas y de que no nos escuche. Estamos cansados de tanto mamoneo y de que hablar en una dirección y actuar en otra, de esconder realidades detrás de cifras y de ser los mismos tontos de siempre. Esto llega a su fin y en nombre de mucha gente que se siente como yo, solo os digo que… «#yanocuela». Al menos las marcas nos escuchan, ahora queda que el resto del sistema se haga eco de la situación.
¿Piensas que vamos hacia un mundo mejor o corremos en una rueda interminable?
